Mar y tierra arrasados por incendios enloquecidos, encendidos por pirómanos que sólo conocen sus restaurantes de tres tenedores. Ellos tienen el derecho de haber vivido y trabajado desde el nacimiento de
Hace rato que la merluza en la caleta San Pedro e Higuerilla de Concón es tipo pejerrey y la tendencia de las bolsas de los negocios de la boca, tipo pirigüín. Mientras con la mano izquierda les modernizaron los muelles con hormigón y grúa para subir los botes de plástico duro con motores fuera de borda, con la derecha dictaban leyes contra los intereses de los miles de pescadores artesanales y favorables a los grupos pesqueros.
¿Cuántos honorables de los que ganan muchos palitos tienen intereses en esas leyes que favorecen el arrastre maldito para la biodiversidad marina y la subsistencia de cientos de hogares? ¿Ahora que a la cristiandad le da por el pescado por unos días se sabrá del drama de los colegas de mar? ¿Defenderemos en
Ahora mismo, 80% del volumen de peces es joven y pequeño. Al sacarlos se afectan los ciclos de reproducción y eso es simplemente siniestro. Los pescadores de Concón y Quintero quieren cultivos propios. No quieren agarrarse casi a balazos por sacar tres locos sobrevivientes en los roqueríos frente a Ritoque. Y se han unido con otras caletas de la gran orilla del cóndor y el huemul. Ese mar que tranquilo nos baña lo pueden manejar barcos factoría y apoltronados sin problemas para vivir, porque viven de la burocracia, no como los pescadores.
Mi Presidenta, tome las redes en sus manos y vea que están llenas de jibias pulposas, que son depredadoras y saben a angustia y a loco light. Pregúntele a la segunda autoridad colorina del país si sus parientes tienen algún barquito de los que chupan la sangre a los hijos de la tele. Mar y tierra arrasados por incendios enloquecidos, encendidos por pirómanos que sólo conocen sus restaurantes de tres tenedores. Ellos tienen el derecho de haber vivido y trabajado desde el nacimiento de
No tiene lógica seguir contemplando cómo desaparecen nuestras especies en manos de unos cuantos perlas chilenos y extranjeros. La teleserie que se filma en Horcón les pagan diez lucas a algunos pescadores por sus botes, que los arriendan por la cesantía existente. Aparecerán en la guerra de las teleseries falsos pescadores pintando de gloria al mono que está triste y sin peces. Esos rostros esculpidos a sal, olas y valentía no quieren más y tienen toda la razón. San Pedro, el fundador de la catedral cristiana del ahora, está con ellos y muchos creadores también. Como dice el mismo Papa que habita en Roma, ustedes están en pecado mortal.
Pero estos días se persignarán como si nada y le dejarán unas luquitas robadas al mar de San Pedro a San Expedito que tanto les gusta. El del rapidito rapidito, vamos dejando a Chile a potín peladito. No más pesca de arrastre y sí a los pescadores artesanales.
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